Con el paso de los kilómetros y las exigencias a las que sometemos a nuestro vehículo, la composición química de cualquier tipo de lubricante comienza a degradarse y afectar su desempeño para reducir el desgaste del motor por fricción.
En el caso de los lubricantes sintéticos y semisintéticos, este desgaste no solo afecta la lubricación; también reduce la efectividad de los aditivos que cumplen funciones detergentes, antioxidantes, anticorrosivas, antiespumantes, entre otras.
Por eso, para que el lubricante en el motor de tu carro no pierda efectividad y el corazón de tu máquina esté siempre protegido, sigue estos tips:
Revisar el nivel de aceite puede ayudarte a detectar fugas
Procura realizar al menos una vez por semana una revisión rápida del nivel de aceite de tu vehículo y así podrás reaccionar rápidamente ante un caso de fuga o pérdida. Esto es especialmente importante si vas a tomar carretera y necesitas contar con tu carro en perfecto estado.
Recuerda que las juntas de la tapa de balancines pueden desgastarse y filtrar aceite o que una inadecuada manipulación puede desajustar el tapón de llenado del cárter dando lugar a una pérdida constante de lubricante.
Un filtro de aire desgastado puede reducir la vida útil del lubricante
Un filtro de aire en buen estado captura más del 95% de las partículas de polvo, pero existe un pequeño porcentaje que es succionado hacia los cilindros del motor y por diferencia de presión termina en el cárter o en el flujo del lubricante. Cuando el filtro se satura, ese porcentaje de suciedad se incrementa degradando el lubricante y dañando el filtro de aceite.
Te recomendamos cambiar el filtro de aire cada 5.000 o 10.000 kilómetros según las condiciones del entorno por el que conduzcas.
No te saltes o prolongues ningún cambio de aceite
Todos los lubricantes se degradan con el uso y deben cambiarse con una periodicidad específica para evitar que el aumento de la fricción dañe o produzca desgaste del motor. El kilometraje para el cambio varía según el tipo de lubricante: los aceites minerales tienden a durar hasta los 5.000 kilómetros máximo, los semisintéticos entre los 5.000 a 7.500 Kms, y los sintéticos tienen una vida útil máxima de 10.000 kilómetros.
Sigue las especificaciones del fabricante de tu vehículo para usar siempre el tipo de lubricante adecuado, con la viscosidad ideal, para evitar la fricción y contar con el mejor encendido.
No mezcles diferentes tipos de lubricantes
Cualquier mezcla que cambie la composición química del lubricante en el motor de tu vehículo puede llevar a desequilibrios en la viscosidad o en su composición. La mezcla podría ocasionar problemas en la lubricación y en la efectividad del lubricante para cumplir su función de eliminar la fricción.
No cambies el aceite solo porque esté oscuro
La función del lubricante es recoger impurezas, hollín y carbonilla que quedan luego de la combustión, así que cuando veas un aceite de color oscuro y que no ha cumplido con su vida útil, no lo cambies; esto solo significa que está cumpliendo su función.
Ahora que ya conoces las ventajas y cómo cuidar tu nuevo lubricante, sal a dominar el camino sin preocupaciones, porque con los Lubricantes Coéxito nunca tendrás que pensar en el desgaste.